85 % de los diamantes de Venezuela son de la talla más preciada

Prensa Minería/Karina Depablos.- Venezuela avanza con paso firme para alcanzar el aval del Sistema de Certificación del Proceso Kimberley (SCPK), que cataloga a la nación bolivariana como un productor de diamantes de alta calidad, con solvencia y máxima seguridad.

Manuel Méndez, geólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela y magíster en Ciencias de la Tierra de la Universidad Simón Bolívar, aseguró que cumplir con los parámetros del Proceso Kimberley abrirá las puertas a un desarrollo minero responsable del diamante, lo que permitirá un ingreso económico nunca antes visto en el país.

“Somos un país con gran potencial diamantífero. La aceptación de Venezuela en el proceso Kimberley es algo muy importante para nosotros. Esto evita el contrabando de diamante. Comenzaríamos con muy buen pie la producción y comercialización del diamante. Es una de las maneras más eficaces de poder controlar esta actividad. No hay nada mejor que hacer esta minería de diamante con la aceptación de 80 países, tal como ocurrió esta semana. Es una victoria, una reivindicación que reconoce a Venezuela como productor minero”, destacó.

Manuel Méndez En la bulla

Durante su participación en el programa En la bulla, transmitido por RNV Informativa, Méndez expresó que el 85 % de los diamantes que se encuentran en Bolívar, específicamente en la población de Guaniamo, son de la más alta calidad y cumplen con los reconocidos criterios de talla, peso, pureza y color.

“Hay tres tipos básicos de diamante: el industrial, de talla y bort. Los diamantes más cotizados y costosos son los de talla porque cumplen con las 4C, en idioma inglés: cut (talla o corte), carat (peso), clarity (pureza), colour (color). El de talla es el más costoso y es el que más se consigue en el territorio nacional; el bort y el industrial son pequeños y algunos le dicen bagazo, pero son ampliamente usados en fabricación de brocas para cortes de baldosas o granito; abrasivos y perforaciones; en los bisturís médicos, inclusive”, señaló.

Méndez, reconocido estudioso de los diamantes en el Arco Minero del Orinoco, explicó que tradicionalmente en Venezuela no se aprovechan los diamantes tipo bort e industrial por razones obviamente económicas, pero indicó que es necesario invertir en esta clase de mineral, puesto que puede abrir grandes oportunidades de comercialización y de progreso en el país. “Es un área no explorada, que pude traernos enormes beneficios, hay mucho por hacer”, añadió.

Minería ecoamigable

Manuel Méndez, quien también se desempeña como coordinador de Operaciones Geológicas de la Dirección de Exploración e Investigación EcoMinera, comentó que el proceso de exploración, producción y comercialización de diamante tiene una gran ventaja porque no requiere de ningún elemento químico para su extracción, y así no afecta el ecosistema en grandes niveles.

“Aplicando una tecnología de punta, podemos desarrollar una minería que garantice control y sistemas cerrados. Se puede controlar la población del diamante. Si tenemos una actividad minera bien desarrollada, minimizamos todos los impactos. Se hace un plan de exploración y se establecen las extracciones y remediaciones ambientales; así, disminuimos afectaciones. Debemos controlar y guiar la minería para no causar contaminación ni devastación”, manifestó.

Méndez acotó que, desde hace más de 100 años, se han registrado zonas ricas del mineral diamante en el estado Bolívar como Guaniamo; sin embargo, aún quedan muchas por explorar.

“Los diamantes que se consiguen, principalmente son aluvionales, porque se encuentran en márgenes de los ríos, pero también se encuentran en depósitos primarios, como en la roca kimberlita en Guaniamo, a 150 kilómetros de Caicara, han sido estudiadas y comprobadas, son yacimientos de diamante únicos en Venezuela, por eso es tan importante y necesario trabajar la minería de diamante con conciencia, compromiso y respeto al ambiente y a las comunidades”, declaró.

Foto: Jonnathan Gudiño

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