Prensa Minería/Karina Depablos.- A principios del siglo XVII fueron descubiertas las primeras minas de Venezuela, por Alonso Suárez de Oviedo, alcalde de Barquisimeto en esa época. Sin embargo, fue en 1632 cuando comenzaron a extraer, producir y comercializar cobre en estas minas ubicadas en la población de Aroa en el estado Yaracuy.

En el año 1811, las minas de Aroa fueron heredadas por el Libertador Simón Bolívar, quien tuvo la visión de invertir estos ingresos en el proceso independentista de Venezuela, a través de financiamientos y empréstitos que garantizaran el éxito y logro de las metas de los ejércitos patriotas sobre el imperio español.

De acuerdo con Ninoska Díaz, historiadora egresada del Instituto Pedagógico de Caracas, la minería tuvo un papel fundamental en la Independencia de Venezuela y se convirtió en el eje propulsor del desarrollo industrial, marítimo y vial de la nación.

“Las nueve mil hectáreas de las minas de Aroa, propiedad de la familia Bolívar, sirvieron para atraer la inversión extranjera. Marcaron la historia del occidente de Venezuela porque Simón Bolívar hizo un convenio con los ingleses para iniciar la explotación de cobre, y ellos comenzaron a desarrollar el proyecto ferroviario del país, todo con el objetivo de mejorar el proceso minero y mejorar la producción”, explicó.

Durante su participación en el programa En la bulla, transmitido por RNV Informativa, Díaz comentó que el proyecto de Simón Bolívar nunca fue vender las minas; él dependía de las ganancias de los arrendamientos y préstamos para financiar la gesta independentista.

“Desde la época de la colonia Bolívar entendió que la minería serviría para grandes obras, para contribuir con el presupuesto local y nacional, así como para promover la independencia. De hecho, en 1824, Bolívar dio las minas en concesión a una compañía inglesa y ellos daban grandes aportes a las tropas a través de los impuestos”, enfatizó.

Según Ninoska Díaz, quien también cuenta con una maestría en Enseñanza de la Historia, la gran actividad emancipadora de Simón Bolívar le permitió reconocer que Venezuela no tenía el mismo desarrollo minero que otras naciones como Perú, Ecuador y México, por lo que comenzó a trabajar en un decretos y legislaciones que garantizaran una efectiva actividad minera y el desarrollado de las capacidades de la clase trabajadora.

“En la segunda mitad del siglo XIX, el Libertador declaraba que las minas eran de la República, eran una riqueza pública, y se dedicó a garantizar la protección del Estado sobre la minería. Cuando estuvo en Perú supo lo que debía hacer en Venezuela para que se preocuparan por la actividad minera y se desarrollara el talento. Firmó decretos donde apoyaba las concesiones de minas, pero acatando todas las leyes del país, y suscribió una excepción del servicio militar obligatorio a los hombres que ejercieran la minería para que no se detuviera esta actividad que aportaba tanto a la economía nacional”, aseguró.

En tal sentido, la historiadora indicó que Bolívar realizó grandes esfuerzos para convertir a la minería en una actividad tan productiva como la agricultura y la ganadería, “así que comenzó a utilizar la minería como fuente de financiamiento para proyectos de envergadura”.

Foto: Archivo

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