Antes del Arco Minero del Orinoco
Desde tiempos inmemoriales, la Región Guayana ha sido un territorio muy apetecido por sus riquezas minerales, biodiversidad, recursos forestales y potencial hídrico. La abundante presencia de oro y diamante ha atraído la atención de inversores extranjeros y nacionales, así como de mineros locales y foráneos. La historia de la explotación minera al sur del Orinoco se ha vinculado con el fenómeno de la migración, la presencia extranjera, depredación de los recursos naturales, desplazamiento de poblaciones autóctonas, violaciones de derechos humanos, extracción y tráfico ilícito minerales y otros patrimonios nacionales.
Se conoce, por relatorías y crónicas de los misioneros capuchinos y funcionarios de la época, que el oro venezolano se venía extrayendo desde antes de 1800, como trabajo obligado de los indígenas, y llevado a España.
Según el antropólogo Sergio Milano, al menos desde la época señalada la actividad minera de oro no se ha detenido aun cuando ha tenido épocas de disminución y auge influenciados por las circunstancias políticas vividas en Venezuela a lo largo del siglo XIX. “Hasta la fecha, la cultura minera al sur del Orinoco se ha venido estructurando y consolidando como una manera de pensar y actuar particular”.
Por más de un siglo, hubo una política que, por acción o inacción, contribuyó al saqueo de los recursos naturales y minerales de Venezuela, que redujo a los pueblos mineros a pueblos fantasmas, en condiciones miserables de vida y con diversos pasivos ambientales. A pesar de que el Libertador Simón Bolívar siempre instruyó que las minas son propiedad de la República, algunos Gobiernos de derecha hicieron una repartición, a diestra y siniestra, de territorios y minas (algunos con carácter sucesoral) a trasnacionales y particulares. Estas concesiones del derecho minero degeneraron en conflictos de uso de la tierra e irreversibles impactos ambientales en espacios protegidos, prístinos, ceremoniales y de asiento de comunidades indígenas.
Con la llegada de Hugo Chávez al poder, diversas acciones de carácter sociopolítico e iniciativas legislativas fueron impulsadas por el Estado venezolano para regularizar o concluir aquellas prácticas que resultaban lascivas de cara a los intereses sociales, ambientales, económicos, culturales de las localidades con fuerte arraigo minero, afectando de igual manera el ejercicio de la soberanía y defensa del territorio nacional y su patrimonio. Pero el resultado de estos esfuerzos fue insuficiente producto del desconocimiento de la cultura minera.
Para el antropólogo Sergio Milano de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, descartar por años la actividad minera como una alternativa económica y, en su lugar, intentar reubicar a los mineros en otra actividad o desalojarlos sin considerar las variables culturales fue el principal error del Gobierno de Chávez en las políticas de control minero y una de las razones de una actividad minera desbordada.
Tras varios aprendizajes con el Plan Caura, la Reconversión Minera y la Misión Piar, el Estado venezolano asumió la función como regulador y fiscalizador del régimen socioeconómico, bajo un enfoque fundamentado en la productividad, protección del ambiente, sustentabilidad, libre competencia, justicia y equidad social, entre otros principios que se extendieron a todas las actividades económicas. El nuevo modelo de producción, basado en la diversificación, demandaba de una configuración distinta.
La corresponsabilidad de la clase trabajadora en el impulso de los asuntos de interés nacional, entre los que destacan la protección del ambiente y participación social en la toma de decisiones fueron modelando el andamiaje político y jurídico requerido para apalancar las potencialidades del país y avanzar hacia un modelo responsable, diversificado y equilibrado, que supere la agotada y tradicional economía rentista petrolera.
Creación del Arco Minero del Orinoco
En agosto del año 2012, el comandante Hugo Chávez Frías presentó ante el país su visión de configurar el arco del Orinoco como un gran eje de transformación económica en las áreas agrícola, industrial, pesquera, minera, petrolera, petroquímica y energética nacional, exponiendo que al norte del río Orinoco se encuentra la Faja Petrolífera del Orinoco, y al sur la Faja Industrial Minera de Guayana.
En Consejo de Ministros, el comandante Chávez aprobó el Plan Estratégico para el Desarrollo Conjunto de la Faja Petrolífera y el Arco Minero del Orinoco. Con este plan, ordenó una política concreta, una sola estrategia eficiente de desarrollo para los sectores petrolero y minero, dentro de una nueva geopolítica nacional. ¿La razón? Asumir el control de la cadena productiva minera y sus actividades conexas en el territorio; e impulsar, a partir de la mina, el desarrollo de fuentes de riqueza inagotable.
Con su gran visión humanista, el líder Hugo Chávez dejó una guía para construir un modelo económico productivo a corto, mediano y largo plazo, con un marco legal apropiado, que garantizara el aprovechamiento integral de las grandes riquezas naturales, pero respetando el ambiente y a las poblaciones de las zonas mineras, criollas e indígenas.
El 24 de febrero de 2016, el Gobierno Bolivariano de Venezuela, liderado por el presidente Nicolás Maduro, creó la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco (AMO), a través del decreto presidencial n.° 2248, publicado en la Gaceta Oficial n.° 40855.
Esta zona estratégica es parte esencial del Motor Minero, uno de los quince motores que conforman la Agenda Económica Bolivariana lanzada en enero de 2016 por el presidente Nicolás Maduro, para impulsar el crecimiento y el desarrollo económico de la nación y romper con el rentismo petrolero del cual ha dependido tradicionalmente Venezuela. El compromiso de Venezuela expresado en la Agenda Económica Bolivariana, es invertir la riqueza de la mina para estimular materias primas de la agricultura y de la industria, para fortalecer la prosperidad nacional.
Es a partir de la creación de esta zona estratégica, cuando el Motor Minero se repotencia y se comienzan a hacer los cambios necesarios para reordenar y mejorar la actividad minera en el país, con mayor compromiso, productividad, efectividad y responsabilidad, de la mano con inversionistas nacionales e internacionales que quieran trabajar por el desarrollo del sector minero.
Bajo la regulación y autorización del Estado venezolano, esta zona especial tiene como propósito estimular las actividades sectoriales asociadas a la explotación de los recursos minerales del país, con la participación de empresas privadas, públicas y mixtas, así como la participación de pequeños mineros, con criterios de soberanía y responsabilidad ambiental.
En estas distintas formas de participaciones, el Estado venezolano se reserva siempre al menos el 55 % de las acciones y no cede el derecho minero, con lo cual se mantiene la soberanía nacional sobre los recursos mineros.
Características
El Arco Minero del Orinoco (AMO) está ubicado al sur del río Orinoco, en la parte norte del estado Bolívar. Posee una superficie total de 111 843,70 km2. De esa superficie, en apenas 5 % se llevarán a cabo la exploración y la explotación de minerales.
Arco Minero, proyecto de vida
El Arco Minero es una propuesta política para construir un eje productivo alrededor de las minas, que sirva para promover y proteger los derechos humanos, los derechos ambientales y los derechos económicos de nuestro país en esta región al sur de Venezuela.
En la perspectiva de este proyecto, los derechos humanos y ambientales valen para reconocer la trayectoria histórica de la minería y los derechos de las comunidades que hacen vida en el Arco. El AMO es un proyecto de vida, para sus pobladores, para el país.
Aunque ciertamente no existe una minería ecológica, el reto es hacerla de la forma más responsable, sin comprometer la salud de la naturaleza y de los humanos, así como tampoco las necesidades de las generaciones futuras. Actualmente, en Venezuela, la meta es hacer la actividad minera desde un enfoque ecológico que minimice la depredación de los patrimonios naturales.
Diferencias entre formas de proceso social de trabajo y organización de la producción minera
Política de gestión minera tradicional en el pasado | Política de gestión minera del Arco Minero del Orinoco | |
Modelo de negocios | Concesión del derecho minero. Repartición, a diestra y siniestra, de territorios y bienes reales (algunos con carácter sucesoral) a trasnacionales y particulares. Saqueo de recursos que redujo a los pueblos mineros a pueblos fantasmas, en condiciones miserables de vida y con diversos pasivos ambientales. La mina es una oportunidad de acumulación de capital. | El Estado nunca cede derecho minero: mantiene la propiedad en un 100 %. Participación de empresas estatales, mixtas y privadas (incluye pequeña minería). Alianzas, bajo la figura de empresas mixtas, con compañías nacionales y extranjeras con capacidad técnica y responsabilidad ambiental y social. El Estado venezolano siempre asegurará al menos el 55 % de las acciones y de la junta directiva. 60 % de los recursos provenientes de la actividad minera retornarán como inversión social para impulsar el empoderamiento y la participación popular en proyectos socioproductivos. La mina se ve como una riqueza que puede dar fortaleza económica al país y sustentar otras actividades socioproductivas. |
Base de explotación | Explotación indiscriminada y progresiva de la naturaleza, con el único fin de aumentar la tasa de ganancias. Control del proceso laboral y los medios de producción en manos de trasnacionales y otras empresas burguesas. Violación masiva de derechos humanos contra obreros venezolanos de la pequeña minería. Les obligaban a abandonar completamente sus costumbres y a deshacer enteramente sus comunidades. La tierra, el campesino y el indígena quedaban en un tercer o segundo lugar frente a los derechos extractivos de la burguesía. Violación del derecho a la consulta previa de los pueblos indígenas. | Explotación racional, mediante el uso de prácticas y tecnologías amigables con el ambiente. Control soberano de la nación sobre la cadena productiva del sector minero y sus actividades conexas. Plan de protección y promoción de los derechos humanos de la clase trabajadora minera. Protección no promoción de la pequeña minería. Pequeños mineros dejarán de ser esclavos y se convertirán en trabajadores de la patria. Cada paso da de la mano con las comunidades mineras y los pueblos originarios. Garantía del derecho a la consulta previa, libre e informada de los pueblos indígenas. |
Política de producción | Política de saqueo y explotación irracional. Presencia limitada y distorsionada de la figura del Estado como ente de resguardo, regulación y fiscalización. | Binomio humano-naturaleza. Cuido de áreas protegidas y territorios indígenas sagrados. Se tiene planificado aprovechar menos del 5 % del total del AMO. Presencia legítima del Estado, que proteja, regule y controle. |
Objetivos del Arco Minero establecidos en el Plan de la Patria 2013-2019 (Plan de Desarrollo Económico y Social de la República Bolivariana de Venezuela)
GRAN OBJETIVO HISTÓRICO N° 3
III. Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en Nuestra América.
Objetivo nacional
3.1. Consolidar el papel de Venezuela como Potencia Energética Mundial.
3.1.15. Contribuir al desarrollo del sistema económico nacional mediante la explotación y transformación racional sustentable de los recursos minerales, con el uso de tecnología de bajo impacto ambiental.
3.1.15.1. Incrementar el nivel de prospecciones geológicas para aumentar la certificación de reservas de minerales a nivel nacional.
3.1.15.2. Explorar nuevos yacimientos minerales en el Escudo de Guayana, Sistema Montañoso del Caribe, Cordillera de los Andes y Sierra de Perijá, con la prospección geológica y la utilización de nuevas tecnologías de bajo impacto ambiental.
3.1.15.3. Duplicar las reservas minerales de bauxita, hierro, coltán (niobio y tantalita), níquel, roca fosfórica, feldespato y carbón, con la certificación de los yacimientos ubicados en el Escudo de Guayana, Cordillera de los Andes, Sistema Montañoso del Caribe y la Sierra de Perijá.
3.1.15.4. Duplicar las reservas minerales de oro y diamante con la certificación de los yacimientos ubicados en el Escudo de Guayana, para su utilización como bienes transables para el fortalecimiento de las reservas internacionales.
3.1.16. Desarrollar el potencial minero nacional para la diversificación de las fuentes de empleo, ingresos y formas de propiedad social.
3.1.16.1. Impulsar el desarrollo de la minería, partiendo de la demanda endógena industrial como fuerza motriz y articulando la demanda interna con la demanda internacional.
3.1.16.2. Integrar las actividades mineras, explotando racionalmente los yacimientos minerales, a través del desarrollo de los conocimientos científicos y tecnológicos, que permita elevar la productividad y mejorar la eficiencia de la producción en el sector.
3.1.16.3. Incrementar la producción de oro y diamante, actualizando tecnológicamente las empresas estatales de oro, conformando empresas mixtas en las cuales la República tenga el control de sus decisiones y mantenga una participación mayoritaria, y organizando la pequeña minería en unidades de producción de propiedad social.
3.1.16.4. Conformar empresas mixtas para la explotación y procesamiento de bauxita, hierro, coltán (niobio y tantalita), níquel, roca fosfórica, feldespato y carbón; en las cuales la República tenga el control de sus decisiones y mantenga una participación mayoritaria.
3.1.16.5. Conformar empresas de propiedad social directa, fomentando la transformación de minerales no metálicos, de uso principal para la construcción de obras civiles, tales como arcillas blandas, arenas, gravas, granzón, granito, granodiorita, esquistos, mármol, gneis, cal, yeso y sal.
3.1.16.6. Promover el desarrollo de tecnologías mineras que disminuyan el impacto ambiental, los volúmenes de material residual y el procesamiento superficial del material útil; aprovechando el potencial de las universidades e institutos del país y los convenios de transferencia tecnológica firmados con países aliados.
3.1.16.7. Organizar la pequeña minería, concentrada en la explotación de oro y diamante, en unidades de producción donde el Estado brinde apoyo tecnológico y financiero para proteger la salud de los trabajadores, los recursos naturales y el medio ambiente.
3.1.16.8. Crear el Fondo de Desarrollo Social Minero con aportes financieros de la actividad minera, para garantizar la seguridad social del trabajador.
Objetivo nacional
3.2. Desarrollar el poderío económico en base al aprovechamiento óptimo de las potencialidades que ofrecen nuestros recursos para la generación de la máxima felicidad de nuestro pueblo, así como de las bases materiales para la construcción de nuestro socialismo bolivariano.
Objetivos estratégicos y generales
3.2.1. Avanzar hacia la soberanía e independencia productiva en la construcción de redes estratégicas tanto para bienes esenciales como de generación de valor, a partir de nuestras ventajas comparativas.
3.2.1.1. Expandir y fortalecer las capacidades de extracción y procesamiento primario y desarrollo aguas abajo de las cadenas de hierro-acero y aluminio. Desconcentrar la localización de acerías y construirlas en distintas regiones del país, para optimizar las distancias de distribución y sentido geoestratégico, atendiendo parámetros de eficiencia energética y sustentabilidad ambiental, así como el desarrollo aguas abajo de nuevos productos. Alcanzar la meta de extracción de 30 MM tn de mineral de hierro y 9 MM tn de acero líquido en 2019, lo que implica la instalación de una capacidad de 4 MM tn en acerías nuevas y en las que están construcción, así como las consecuentes de reducción directa. En el caso del aluminio, recuperar capacidad de extracción y transporte de bauxita, así como alcanzar los valores necesarios de la producción de alúmina, ajustando la estructura de costos para hacerla eficiente.
A tales efectos, generar la estructura de soporte de la producción asociada a los insumos: plantas de coque calcinado, cal, refractarios, fluoruro de aluminio, entre otros; así como la industria de transformación de alto valor agregado.
3.2.1.5. Desarrollar el aprovechamiento soberano tanto en la extracción como en el procesamiento de los minerales no metálicos; técnicas de maximización del rendimiento y cuidado ambiental, en especial de las cadenas de cemento y agregados de construcción, vidrio e insumos productivos especiales (feldespato, caolín, cal, cal siderúrgica, yeso, caliza, sílice, soda ash, entre otros) y nuevos desarrollos como el coltán.
3.2.3.2. Impulsar un desarrollo tecnológico soberano a partir de las necesidades de nuestra industria, para hacer viable el aprovechamiento eficiente y sustentable de los recursos y estructuras de costo apropiadas.
3.2.3.3. Garantizar procesos formativos integrales y continuos de los trabajadores para adoptar técnicas y tecnologías que hagan más eficiente la producción y humanizar el proceso de trabajo: a) estandarizando el programa de la Escuela en la Fábrica como política de formación y trabajo liberador; b) propiciando la política del punto y círculo como método de trabajo, para el fortalecimiento de la base productiva del entorno, articulación social y los encadenamientos productivos; c) abriendo la Escuela en la Fábrica a las comunidades aledañas con participación de los trabajadores como facilitadores y multiplicadores del proceso; d) desarrollando proyectos asociados a subproductos y desechos para generar actividad económica a partir del reciclaje; y e) ampliar las plataformas de formación técnica y profesional para el trabajo.
3.2.5.1. Afianzar la cadena productiva hierro-acero a efectos de estabilizar las producción, con base en las capacidades instaladas y crear nuevas capacidades, de acuerdo con la meta de extracción de mineral de hierro de 30 MM tn para el 2019, certificación de reservas y la generación de valor agregado nacional: a) fábrica de cabillas y bobinas de acero de Sidor, así como componentes de alto valor agregado, necesidad nacional y potencial exportador; b) fortalecimiento del Complejo Siderúrgico Nacional en su capacidad de acería y laminación así como ramificación regional; c) producción y reparación de válvulas petroleras y sinergias entre las plantas existentes así como en tubos sin costura; d) fábrica de piezas forjadas para la industria petrolera y del aluminio; e) ejecución organizativa de la Corporación del Hierro Acero y economía de escala en la procura y comercialización soberana; f) centro de insumos de materias primas para el sector transformador nacional tanto público como privado; g) instalación de línea de decapado y galvanizado para atender la demanda nacional y fomento de base exportadora; h) instalación de capacidades nacionales para el aprovechamiento del laminado en caliente existente y proyectado; i) producción nacional de perfiles; j) desarrollo de producción nacional de acero inoxidable para el mercado nacional y la nueva base exportadora; y k) desarrollo industrial de los insumos del sector y aprovechamiento de subproductos.
3.2.5.2. Ampliar el horizonte productivo mediante la construcción de los siguientes proyectos estructurantes de la cadena hierro-acero: a) Fábrica de tubos sin costura; b) Siderúrgica Nacional –José Ignacio de Abreu e Lima–; c) plantas recuperadoras de materias primas; d) en Ferrominera del Orinoco: planta de concentración de mineral de hierro (cuarcitas friables), ampliación del muelle de Palúa, aumento de capacidad de transporte ferroviario a 42 MM tn, dotación de maquinaria, equipos y repuestos para minas; e) fortalecimiento y desarrollo del sistema de transformación nacional para incorporar valor agregado.
3.2.5.3. Fortalecer el potencial de empresas existentes de la cadena hierro-acero: a) en Sidor: recuperación de línea de decapado, máquina de colada continua, línea de mallas electrosoldadas así como otros componentes de generación de valor; b) alianza estratégica para la producción de electrodos; c) red de trenes de laminación de escala regional para incorporar la producción de 500 mil tn de cabillas a nivel nacional; d) construcción de un sistema complementario siderúrgico de HRD, en plantas de 1 a 1,5 MM tn, para dar valor agregado a las nuevas capacidades de extracción de mineral que se desarrollarán; e) ampliación y construcción de planta de cal para la producción siderúrgica; f) centros nacionales de acopio de chatarra ferrosa y política de protección como insumo estratégico nacional; y g) recuperación de capacidad de producción de pellas y briquetas así como generación de nuevos balances de materiales.
3.2.5.4. Afianzar los siguientes proyectos en operación en el sector aluminio: Capacidades de producción primaria: a) fábrica de aluminio primario Alcasa; b) fábrica de aluminio primario Venalum; c) certificación y producción de bauxita Bauxilum; Capacidades de transformación; d) transformadoras de aluminio asociadas a capacidades de extrusión, laminación e inyección; e) fábrica de rines a afectos de otorgar valor agregado a la materia prima; f) fábrica de papel de aluminio y envases; g) fábrica de cables desnudos y recubiertos de aluminio; h) centros de insumos de materia prima para el sector privado y público nacional; i) política nacional de fomento y fortalecimiento del sector transformador nacional; j) desarrollo industrial de los insumos del sector y aprovechamiento de subproductos; y k) desarrollo de nuevas aleaciones de aluminio e ingeniería de materiales para las distintas aplicaciones industriales y variantes de alta tecnología.
3.2.5.5. Culminar en los plazos establecidos la construcción del proyecto Empresa de servicios de laminación del aluminio (Serlaca).
3.2.5.6. Desarrollar los siguientes proyectos en el sector aluminio: a) adecuación tecnológica de Alcasa y de Venalum para incremento de producción de aluminio primario; b) en Cabelum, ampliación de capacidad para producción de alambrón y conductores eléctricos; planta de conductores eléctricos aislados de cobre y aluminio; fábrica de conductores eléctricos; certificación para exportación al Mercosur c) adecuación tecnológica y ampliación de Rialca; d) en Bauxilum: adecuación de la planta de producción de alúmina metalúrgica y la mina de bauxita, y adquisición de maquinaria pesada para extracción y acarreo de bauxita y transporte de material; e) incremento de capacidad de producción de conductores eléctricos de aluminio desnudo; y f) desarrollo tecnológico para la incorporación de fibra óptica en el núcleo de los cables como oferta de los productos a generar.
3.2.5.10. Afianzar y desarrollar los siguientes proyectos del sector de materiales de construcción: a) fábrica de griferías; b) fábrica productora de cal; c) en cemento las empresas Cementos de Venezuela, Industrias Venezolanas del Cemento, Fábrica Nacional de Cemento, Cemento “Cerro Azul” y Cemento Andino; planta de morteros así como nueva planta de cemento en los Arangues; la expansión productiva implica adicionalmente segunda línea en San Sebastián de los Reyes y Cumarebo; y la modificación del equipamiento en Cumarebo, para alcanzar las 16 MM tn en el 2017; d) desarrollo de la cadena de valor del cemento en el concreto y componentes de la construcción prefabricados a partir del cemento y fábrica de morteros secos; e) fortalecimiento y expansión de sanitarios y cerámicos y de la cadena de insumos asociados, a objeto de cubrir los requerimientos de la Gran Misión Vivienda y capacidades de exportación; y f) fábrica de partes e insumos industriales.
3.2.5.11. Afianzar los siguientes proyectos: a) fábricas de estructuras ligeras de acero galvanizado para uso en construcción; b) empresa de insumos básicos para la construcción de viviendas; c) fábrica de producción de vidrio plano; f) complejo industrial de cerámicas. g) fábrica de paneles prefabricados para la construcción; f) sistema de aserraderos asociados a Maderas del Orinoco, g) forma organizativa del Conglomerado de Madera a efectos de cubrir las demandas de la Gran Misión Vivienda en tanto puertas y muebles; h) desarrollo de la planta de paneles de madera.
3.4.1.8. Promover el desarrollo sustentable del Arco Minero, con el control soberano y hegemónico del Estado en la cadena productiva del sector y sus actividades conexas, promoviendo el desarrollo de tecnologías propias que permitan una explotación racional, y con base en la definición de unidades de gestión territorial para la coordinación de políticas públicas, preservando el acervo histórico y socio cultural.
Propósitos de Venezuela en el Arco Minero del Orinoco
Vértices
El proyecto Arco Minero del Orinoco está conformado integralmente por cuatro grandes dimensiones o vértices. A saber: ambiente, inclusión social y derechos humanos, seguridad y soberanía y, por último, economía productiva.
Ambiente: Preservación de la Madre Tierra y remediación de pasivos ambientales.
Inclusión social y derechos humanos: Acompañamiento de las luchas del pueblo minero y creación de una política de fortalecimiento de derechos humanos en las zonas mineras.
Seguridad y soberanía: Lucha contra las mafias, y fortalecimiento de una política estratégica para el control soberano del territorio, de la cadena productiva minera y sus actividades conexas.
Economía productiva: Creación de mecanismos para una producción minera racional y responsable, que impulsen redes productivas alternativas, generación de divisas y sustitución de importaciones.
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